top of page

Temporada playera: cómo tomar un ‘bronceado saludable’


Arrancó el 2023. Con ello empieza otra vez la temporada más caliente del año y aumentan los viajes a las playas, al menos es así en los países del hemisferio sur, incluyendo Ecuador. También es la época en la que muchos desean lucir en sus pieles un brillo casi besado por el sol.


Si bien es cierto que al exponerse a la luz solar nuestra piel convierte el colesterol en vitamina D de forma natural, y que altas dosis de esta vitamina ayudan a prevenir ciertas dolencias y enfermedades comunes, los riesgos de una exposición excesiva al sol están bien documentados. Pasar tiempo al sol sin protección SPF es una de las causas del melanoma, entre otras condiciones de salud.


Por eso, muchos especialistas coinciden en que no existe tal cosa como un “bronceado saludable”.


¿Qué es un ‘bronceado saludable’?

Ese brillo de verano que conseguimos al pasar uno o varios días en playa es en realidad una señal de que las células de la piel están traumatizadas y están tratando de protegerse de más daños.


La radiación ultravioleta del sol daña las células de la piel cada vez que uno se broncea o se quema. Este daño es irreversible. Con el tiempo, la piel comienza a mostrar signos de envejecimiento prematuro, como arrugas, líneas de expresión, lunares y manchas solares. Las dichosas “arrugas de la risa” en la cara no son causadas por la risa: son el resultado de demasiado sol, según señala un informe del Centro Nacional de Cáncer de Piel de Australia.


El peor efecto de todos es el melanoma o cáncer de piel. “Cada vez que se broncea o se quema con el sol, aumenta el riesgo de desarrollar la enfermedad que afecta a unos 750.000 australianos cada año. Dos de cada tres australianos tendrán cáncer de piel a la edad de 70 años, y la mayoría de los cánceres de piel se desarrollan en la edad adulta por la exposición a la radiación UV cuando era niño. Los efectos de ese ‘bronceado saludable’ no siempre son evidentes hasta más tarde en la vida, cuando el daño ya está hecho”.


¿Qué pasa cuando pasamos mucho tiempo bajo el sol?

Demasiado tiempo bajo el sol puede provocar sarpullido por el sol, a veces llamado “sarpullido por calor”, que es cuando la piel se pone roja y pica. La exposición al sol también puede provocar quemaduras solares, que son dolorosas, pueden causar ampollas y pueden afectar todas las partes del cuerpo, incluso los labios.

Las quemaduras solares pueden provocar melanoma más adelante en la vida. La erupción de luz polimórfica (PMLE), también conocida como “envenenamiento por el sol”, puede ocurrir como resultado de pasar demasiado tiempo bajo el sol. Se presenta como protuberancias rojas que pican en el pecho, las piernas y los brazos.


Finalmente, a largo plazo, pueden desarrollarse melanomas, uno de los tipos de cáncer de piel más severos. Una investigación publicada en la plataforma Elsevier explica que un 95% de rayos UVA y rayos UV llegan a la superficie de la dermis. Una vez que se afectan las células de la piel y se desarrolla el melanoma, la tasa de supervivencia es de 5 años desde su detección, según la Sociedad Americana de Clínica Oncológica.


La clave es el tiempo de exposición al sol

Tomar el sol, que es el acto de sentarse o acostarse al sol, a veces con la intención de broncearse, puede tener algunos beneficios para la salud, siempre y cuando se haga correctamente. Entre esos beneficios están:


Disminución de la depresión. Se pueden registrar menos síntomas de depresión después de pasar tiempo controlado bajo el sol. La luz del sol hace que el cerebro libere la hormona serotonina, que puede mejorar el estado de ánimo y promover sentimientos de calma. Incluso sin depresión, pasar tiempo bajo el sol probablemente mejorará el estado de ánimo.

Ayuda a dormir mejor. Tomar el sol puede ayudar a regular su ritmo circadiano, y su cuerpo comenzará a adormecerse de manera confiable cuando se ponga el sol.


Incide en la salud de los huesos. La vitamina D ayuda al cuerpo a absorber el calcio, lo que conduce a huesos más fuertes y puede ayudar a prevenir la osteoporosis y la artritis.


Sistema inmunológico reforzado. La vitamina D ayuda al cuerpo a combatir enfermedades, incluidas las enfermedades cardíacas, la esclerosis muscular, la fuente confiable y ciertas enfermedades autoinmunes y el cáncer.


La clave para conseguir estos beneficios es regular el tiempo al sol y así evitar las complicaciones ya mencionadas de largas exposiciones. De hecho, la Academia Estadounidense de Dermatología desaconseja el uso de la exposición al sol como método principal para obtener vitamina D justamente para impedir extendidas estancias bajo el astro rey.


Por ese motivo, una buena opción es disfrutar del sol al comienzo y final del día, cuando los rayos ultravioletas son menores.


Las horas más recomendables son por la mañana hasta las 10:00 o bien por la tarde a partir de las 16:00. La horas más peligrosa están entre las 12:00 y las 14:00, cuando los rayos del sol caen de forma perpendicular.


Fuente: EL UNIVERSO

Entradas Recientes
Siguenos:
  • Facebook Long Shadow
  • Twitter Long Shadow
  • Icono social Instagram
bottom of page