No estás exagerando, un mal jefe es tan dañino como el consumo del cigarro

Para un ambiente laboral sano se requieren los siguientes ejes: buen liderazgo, motivación continúa, buena comunicación dentro del equipo trabajo, sensación de crecimiento y que tu trabajo sea valorado.

Muchas empresas dan bonos para motivar, compensan el exceso de trabajo con buenos sueldos o prestaciones. O simplemente, motivan y escuchan a sus trabajadores de distintas formas para mantener el interés.

Sin embargo, en la mayoría de los trabajos se olvidan que quienes están ahí son más que máquinas que cumplen las ordenes de los jefes. Vuelven a los empleados en números que pueden ser reemplazados en cualquier momento, y manejar sus frustraciones parece innecesario.

¿Qué pasa con tu salud cuando tienes un jefe tóxico?

No hay nada peor que enfrentarte a un mal jefe. Es difícil alzar la voz por la jerarquía que hay entre ustedes, y muchas veces te quedas con mucho enojo guardado.

Esto provoca tanto estrés que puede empezar a perjudicar seriamente tu salud. Las universidades Harvard Business School y Stanford realizó alrededor de 200 estudios sobre ambientes laborales tóxicos.

¿Los resultados? El daño que el estrés les generaba era similar al de un fumador pasivo. En ambos hay alteraciones en los triglicéridos, aumentando así los riesgos de enfermedades cardiacas.

Asimismo, la Asociación de Psicología de Estados Unidos indicó que el estrés de los trabajadores va relacionado con su relación con los superiores. En Norteamérica el 75% de las personas han declarado tener un mal jefe.

También la Universidad de Manchester añadió que un superior así puede provocar cuadros depresivos en sus trabajadores.

Fuente: Nueva Mujer