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Ayuno intermitente: ventajas y desventajas, pero no es apto para todos


Hoy quiero tratar un tema por el cual cada vez son más los interesados en practicarlo, hablaremos del ayuno intermitente; este no es un tipo de dieta sino una estrategia nutricional que puede acompañar a un esquema alimentario balanceado el cual debe ser diseñado por un nutricionista con experiencia en metabolismo. Se caracteriza por establecer ciclos regulares de ayuno y alimentación.


Desde luego cuidar de la alimentación es el pilar básico de la salud, tener buenos hábitos alimenticios y buena digestión es la raíz para mantener un cuerpo saludable.


Cabe recalcar que esta estrategia es una herramienta nutricional que no es apta para todos, contrario a lo que se observa en la población muchos dejan de comer por largas horas sin necesidad de hacerlo ya que podría originar gastritis y es preciso individualizarla para obtener mejores resultados sin padecer riesgos innecesarios.


El ayuno como tal se define como abstención voluntaria del consumo de alimentos y bebidas calóricas por razones terapéuticas, espirituales o políticas. Existen varias formas de hacerlo ya sea durante horas o días o por semanas. El ayuno intermitente máximo tolerado debería ser el 16:8, significa que se puede comer 8h del día y las otras 16h se ayuna, en las 16h de ayuno se contempla las horas del sueño, por lo que se facilita bastante, en este caso se podría desayunar a las 9:00am, almorzar a la 1:00pm y cenar a las 5:00pm por ejemplo, siempre dejando una brecha de 8 horas para alimentarse. No se sugiere hacer cenas después de las 8:00pm ya que afectaría en la calidad del sueño.


Durante el tiempo de ayuno post última comida, a pesar de no estar ingiriendo alimentos, es necesario tomar líquidos no calóricos, como lo son el agua, el café, el té, claro está sin azúcar añadida.


Antes de hablar de los beneficios del ayuno intermitente, se debe entender lo que pasa dentro del cuerpo al comer y al dejar de hacerlo. Al ingerir alimentos se produce insulina (hormona encargada de almacenar energía en forma de glucosa dentro del hígado).


Cuando hay un exceso de glucosa, comienza un proceso llamado Cetogénesis en el que el exceso de glucosa se convierte en grasa y se almacenará en diferentes partes del cuerpo. Este proceso se invierte cuando entramos en ayuno, pues la falta de comida se traduce en menos insulina producida, por lo que el cuerpo comienza a usar la glucosa almacenada y el cuerpo comienza a extraerla de los depósitos de grasa quemándola como energía.


En resumen, el cuerpo siempre está en uno de esos dos estados, de absorción (alta insulina) o de ayuno (baja insulina) por lo cual al hacer ayuno intermitente se prolongan los estados de baja insulina en el cuerpo y se empieza a quemar la energía acumulada.


El más llamativo beneficio del ayuno es la pérdida de peso gracias a que estimula la cetogénesis, lo que favorece a la pérdida de tejido graso, por ende perdida saludable de peso.


Los estudios demuestran que los tejidos grasos disminuyen notablemente, mientras los tejidos magros (músculos) no presentan cambios notables, en un programa con buen ejercicio y una ingesta equilibrada de alimentos. Es decir que no se justifica comer dentro del periodo de tiempo permitido alimentos hipercalóricos.


Gracias a los bajo niveles de insulina y la positiva producción de glucagón, es posible evitar acumulación de grasa en el hígado o incluso revertir la creada, en el uso prolongado de la práctica. Además habrá disminución de los triglicéridos y la concentración del colesterol.

A la hora de volver a comer después del ayuno es recomendable comer porciones adecuadas, se debe crear una dieta equilibrada, la idea no es privarse de los alimentos, más bien comerlos inteligentemente.


Se puede hacer varias veces por semana o incluso todos los días. Como todo en la vida, el exceso es malo y la mala práctica puede ser perjudicial para la salud, por lo cual se recomienda siempre tener guía.


Es necesario tener asesoría nutricional porque aplicarlo en tu vida conlleva muchos elementos, pues ideal es tener un abordaje del caso, saber los niveles de glucosa, colesterol, posibles enfermedades, etc. La idea es tener la mayor información posible para saber qué puntos específicos se tratarán con cada paciente.


No es apto para niños, mujeres en embarazo o en lactancia, diabéticos que requieren insulina, ya que las necesidades alimenticias son muy diferentes a las habituales y no es recomendado pasar largos periodos sin ingesta de comida. También esta restringido en personas que han padecido de alguna trastorno de la conducta alimenticia o presentan insomnio.


Tampoco deben confiarse en el ayuno como si fuera la única solución para perder peso, este es un camino progresivo donde tu meta será la que dibuje cada paso a seguir.


Fuente: EL UNIVERSO

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