Actor argentino Jero Freixas quiere sumar a su colección la camiseta del Deportivo Cuenca

Jero Freixas espera sumar este miércoles 21 de febrero de 2024 la camiseta del Deportivo Cuenca a su colección de algo más de 300 que tiene en su casa de diferentes clubes profesionales de fútbol. Pronto espera exhibirlas en un museo personal.

El actor argentino es el embajador en Latinoamérica de Chubb Seguros. Es uno de los invitados en la denominada ‘Noche Chubb’ en la que se develará la nueva indumentaria de los ‘Leones del Austro’.

El 24 de junio de 2023 compartió cancha con algunos astros mundiales del balompié argentino en el partido de despedida del fútbol de Maxi Rodríguez en el estadio Marcelo Bielsa, de Rosario.

«Pude tirar tres, cuatro paredes con (Lionel) Messi, en un estadio lleno”, recuerda. La experiencia le resulta inolvidable, más cuando se cataloga un ‘futbolista frustrado’.

Al cursar el quinto año de colegio, su padre le consiguió que se pruebe en River Plate. Después de la segunda convocatoria dejaron de llamarle. “Habrá faltado condiciones, no te voy a mentir”.

Más que deprimirse, estuvo alegre porque “por lo menos lo intenté”. Hoy se considera un defensor de dicha profesión.

Muchas veces a los futbolistas se los desprecia o se los considera como que no merecen lo que tienen, como que es fácil… Yo quise ser futbolista y no llegué a dar ni el primer paso. Es todo un proceso, es difícil llegar a triunfar en el fútbol.

Creador de contenido

Jero es muy reconocido por los videos que publica en diversas plataformas digitales. En ellos dramatiza hasta donde es capaz de llegar una persona por su pasión a un equipo o al rey de los deportes.

En 2018 explotó en redes sociales un video en el que actúa junto a su esposa Jose como aquel esposo que prefiere seguir todos los partidos del Mundial de Rusia que ir a una reunión familiar (boda de su primo).

Por suerte (el video) funcionó después de tantos intentos (150), de tanto trabajo, de estudiar teatro, de hacer tantas obras de teatro independientes, tantos castings. Mucha gente cree que ese video llegó de casualidad… A veces en las redes (sociales) se da una imagen de que todo es fácil, de que es fácil hacerse viral y después alguien lo intenta, ve lo difícil que es y se frustra.

Influencer vs actor profesional

Algunos lo presentan como influencer. Jero no se enoja, pero no le gusta. “No es que me parece algo despectivo, simplemente creo que no soy uno de ellos…

Soy un actor que escribo mis videos, los actúo, hago sketch, hago humor. A veces solo por estar en las redes te ponen ese título. Yo trabajé tanto por mi carrera que si me dicen algo distinto no lo siento como tal.

Hoy recibe muchas invitaciones de clubes deportivos. Si bien le encanta el ambiente, le gusta tener contacto con futbolistas, conversar con ellos, relacionar el fútbol y el humor, “a veces me pregunto si no me estoy desviando del camino».

Me encantaría trabajar en series, en películas, que me llame un director para trabajar en algún proyecto. A un actor le gusta que lo vean en un papel y lo llamen. Me falta eso para ser sincero, pero estoy feliz con lo que me está pasando, no lo niego.

En cada uno de sus videos, Jero confiesa que su principal objetivo es “hacer reír, que la gente por un rato se olvide de sus problemas”, como él lo hace cuando en YouTube busca videos de Diego Capusotto, Les Luthiers o de Guillermo Francella.

Renunciar al trabajo

Antes de ser reconocido y de recibir ingresos de sus publicaciones en redes sociales, Jero trabajó ocho años como cadete administrativo (mensajero) en una empresa. Dos años antes de renunciar, creó su propia escuela de teatro donde trabajaba en las noches. Los fines de semana, al tiempo que daba clases también hacía videos. “Con mucho miedo renuncié y fue una gran decisión porque tuve más cabeza para hacer mejores videos, pude tomarme más tiempo para hacer los videos y a los pocos meses llegó el video ya (2018)» Está seguro que «nunca hubiese llegado a ese video si no daba el salto, si no me animaba a renunciar. No fue un salto al vacío y no sé si recomendaría dar un salto al vacío”.

Fuente: EL MERCURIO