La historia detrás de la supuesta hija secreta de Freddie Mercury salió a la luz: “Era un papá absolutamente maravilloso”
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En el marco de una nueva biografía, una mujer anónima detalló por primera vez cómo fue crecer junto al carismático líder de Queen, ofreciendo un relato íntimo y revelador sobre la figura paternal detrás de la estrella
Durante años, la vida de Freddie Mercury estuvo envuelta en misterio, pero una reciente revelación desafía la versión oficial sobre el líder de Queen. Una mujer identificada como B., de 48 años y residente en Suiza, afirma ser la hija secreta del artista, fruto de una relación extramatrimonial con una mujer francesa casada
Su testimonio, incluido en la biografía “Affectueusement, Freddie” de Lesley-Ann Jones, pone en el foco la imagen pública de Mercury y plantea nuevas preguntas sobre la privacidad y el legado del músico.
B. asegura haber nacido en febrero de 1977, como resultado de una breve relación entre Mercury y su madre, esposa de uno de los amigos cercanos del cantante. “Fui concebida por accidente con la esposa de uno de sus amigos cercanos”, escribió B. a Paris Match, añadiendo que Mercury sentía culpa por las circunstancias.
Según la mujer, la familia materna y su padrastro provenían de un entorno donde el divorcio y el aborto eran impensables, lo que condujo a la permanencia del matrimonio tras su nacimiento. Mercury habría aceptado la llegada de la niña con alegría: “Convertirse en padre fue una felicidad absoluta para él”, aseguró B., aunque reconoció que el cantante lamentaba no poder ofrecer una familia ideal.

El secreto familiar y los diarios ocultos
Durante años, el secreto se resguardó celosamente. Solo cuatro personas del círculo íntimo de Mercury, afirma B., sabían la verdad. El propio artista adoptó la máxima de “vivir feliz, vivir oculto”, y al conocer el embarazo, comenzó a escribir un diario personal, entregado a su hija tres meses antes de su muerte en 1991. B. explicó que aguardó para leer los 17 volúmenes, cumpliendo el pedido de Mercury de esperar hasta los 25 años para acceder a ciertos pasajes.
La biógrafa Lesley-Ann Jones declaró haber consultado estos diarios, cartas, documentos bancarios, fotografías y grabaciones. No existen pruebas materiales públicas que respalden la historia, debido a restricciones legales y a la protección de la privacidad.
La protección del anonimato y la familia fue prioritaria para B. y determinó la decisión de mantener oculto el vínculo. “Nunca habría expuesto a sus hijos a la prensa, bajo ningún pretexto”, afirmó B. a Paris Match.
Dejar al descubierto la paternidad habría supuesto la humillación de Mary Austin, pareja de Mercury, y de su padrastro. “No era capaz de causar tanto daño a quienes amaba”, subrayó. La protección de la privacidad, junto con el temor a la intrusión mediática, definió el rumbo del secreto.
Controversia, herencia y el verdadero Freddie Mercury
La controversia rodea el relato de B. ante la falta de pruebas materiales públicas. Lesley-Ann Jones asegura haber visto los diarios y documentos, pero no divulgó copias por motivos legales. Mary Austin, principal heredera de Mercury, declaró a The Times que no tiene conocimiento de una hija ni de los diarios, pero no emitió un desmentido categórico.
“Su declaración fue un shock para mí y no tengo motivos para no creerla”, replicó B. a Paris Match, sugiriendo que Mercury pudo ocultar la verdad para no herir a Austin. La negativa de B. a mostrar pruebas materiales y la ausencia de confirmación externa intensifican el escepticismo, aunque ella insiste en que su prioridad es proteger a sus hijos y mantener la paz familiar.
En el plano patrimonial, B. explicó que Mercury aseguró su bienestar sin dejar rastros oficiales. “No hay mención de mí en su testamento porque no soy ni he sido beneficiaria de ningún fideicomiso”, expuso. Mercury le habría proporcionado medios suficientes para vivir mediante mecanismos discretos: cuentas numeradas en bancos suizos, obras de arte, oro, joyas y bonos al portador.
“No encontrará ninguna huella de mi herencia, él no tomó ninguna disposición oficial para proteger mi privacidad”, afirmó a Paris Match. B. aclaró que no recibe derechos de autor ni figura en el testamento.
B. expresó respeto por Mary Austin, a quien considera pieza fundamental para Mercury, y destacó la complejidad del cantante, quien compartía diferentes facetas según el entorno. Sobre los integrantes de Queen, B. manifestó desconocer si sabían de su existencia.
Respecto a Jim Hutton, pareja de Mercury en sus últimos años, describió una relación de confianza y lealtad. Tras la muerte de Mercury, B. atravesó un duelo que la alejó de la música y del personaje público de su padre.
Al dar a conocer su historia, B. pretende que el público vea la humanidad de Mercury, más allá del mito. Para ella, el personaje Freddie Mercury fue una protección, pero detrás de la leyenda existía una persona profundamente admirable.
Fuente: Infobae