Estas son las cinco reglas de oro para bajar de peso, no volver a recuperarlo y evitar el rebote
Las llamadas “dietas milagrosas” que prometen la rápida pérdida de peso puede que cumplan lo que dicen, pero el resultado no es sostenible en el tiempo porque los kilos se vuelven a recuperar y además, se basan en un régimen alimenticio que puede tener riesgos para la salud.
Al bajar de peso de esta manera, es posible que experimentes el llamado efecto rebote, yo-yo o weight cycling, tres de los nombres con los que se conoce la recuperación de peso luego de una “dieta milagrosa”, refiere Mejor con Salud.
Pérdida de músculos, agua y densidad ósea y efectos secundarios como riesgo de cálculos biliares, fatiga, estreñimiento, gota, náuseas, diarrea son algunas de las consecuencias de las dietas rápidas, advierte la Biblioteca Nacional de Medicina, MedlinePlus.
Solo las personas con obesidad que afecta su salud deberían seguir una dieta rápida, bajo supervisión médica y por cierto tiempo, indica el sitio de salud.
Cinco reglas de oro para no recuperar el peso
Estas son las cinco reglas de oro que recomienda Mejor con Salud para no recuperar de nuevo los kilos que se pierden en una dieta:
Metas realistas: Debes establecer objetivos que de verdad puedas cumplir en poco tiempo, sin exagerar tus expectativas. Ir de a poco puede ayudarte a llegar más lejos, sin sentirte frustrada al no ver resultados inmediatos.
Nada prohibido: Come sin sentimientos de culpa. Si te prohíbes los alimentos que más te gustan puede que luego caigas en la tentación de comerlos de una sentada y echar por tierra el avance de tu dieta.
Ponte en movimiento: La actividad física es clave. Caminar, ir al gimnasio, hacer ejercicios en casa, todo lo que signifique mantenerte activa te ayudará a quemar calorías. Como mínimo, debes caminar o ejercitarte 150 minutos a la semana “durante los primeros seis días de la dieta”, luego subir a 200, 300 minutos durante un periodo de un año, recomienda el Hospital de Bangkok, señala Mejor con salud.
Involucra a tus amigos y familiares: Establecer lazos o una red de apoyo con personas que están en tu mismo proceso puede ser de gran ayuda.
Apoyo de un nutricionista: Antes de iniciar una dieta consulta con un nutricionista o personal especializado. Conocer tus requerimientos nutricionales es clave. Evitar los alimentos que afectan la salud, como los ultraprocesados, es lo primero. Una dieta balanceada debe incluir frutas, verduras, proteínas y granos enteros, señala el portal.
Fuente: El Universo
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