QUIENES AMAN LA PLAYA TIENEN EL ALMA INQUEBRANTABLE
No es extraño que la playa sea el primer lugar que muchos eligen para pasar sus vacaciones, después de todo, posee un poder curativo único. Las olas, la brisa del mar, la arena, el sol, ejercen fuerza sobre la mente y el cuerpo, capaz de sanar todos los males. Pero es que incluso cuando no estamos físicamente ahí, pensar en todo eso nos trae calma y una sensación de bienestar. Por ello, no es descabellado pensar que quienes aman la playa poseen un alma inquebrantable.
Los estudios incluso han encontrado que el mar no solo nos hace sentir relajados, sino que también cambia la química de nuestro cuerpo y nuestro cerebro. Tenemos una tracción por el color azul ya que lo asociamos a cualidades como la calma, la apertura, la profundidad y la sabiduría. ¿Tuviste un mal día? Rodéate de tonos azules. ¿Sientes que no puedes más y necesitas un respiro? ¡Escapa a la playa!
¿Pero qué hace que las personas que aman la playa sean tan emocional y físicamente fuertes?
Los amantes de la playa son personas que aprecian las cosas simples de la vida. Disfrutan de las hermosas vistas, la sensación del calor del sol en su piel, un baño refrescante o una tarde bohemia con amigos. Anhelan la aventura y aún cuando también pueden encontrar la felicidad pasando la tarde en pijama, leyendo en casa, no son del tipo de quedarse encerrados. Quieren salir y activarse; saben que hay mucho por explorar y la playa es el lugar perfecto para saciar su sed de aventura.
Las personas que aman ir a la playa saben que el verdadero placer no está perder un día en la cama, sino descansar en un lugar hermoso que te recuerda lo bendecido que eres. ¿Alguna vez has intentado dormir sobre la arena, mientras escuchas las olas del mar? ¡Es vida!
La playa es un gran lugar para desconectarse del estrés y quienes la frecuentan saben que no hay nada peor que tener el móvil en la mano, pensando en actualizar sus redes sociales. Hay tantas desventajas para la tecnología cuando estás en la playa así que quienes saben disfrutarla, son capaces de desconectarse del mundo. Una persona que puede estar desconectada de la tecnología durante unas horas es una persona mucho más feliz.
Quien ama la playa sabe la importancia de agradecer por las pequeñas cosas. La playa te recuerda lo bello del mundo y te recuerda lo que es vivir sin preocupaciones. La playa te hace inquebrantable por el simple hecho de que te programa para pensar diferente; te libera y alivia. El mar no sólo es capaz de sanar las heridas físicas sino también las heridas del corazón, aquellas que en otro lugar seguirían latentes, atormentándote. Por eso, si quieres fortalecer tu espíritu y volverte inquebrantable, aprende de quienes escapan a la playa de vez en cuando o cuanto sea posible.
Fuente: Nueva mujer.